20 de Septiembre de 2024

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Crónica Vallenarina del ayer: Domingo Véliz Alcayaga

Hace unos días se cumplió un nuevo aniversario del natalicio de don Domingo Véliz Alcayaga, llegado a este mundo el 6 de julio de 1910 en el pueblo de San Félix.  Su juventud la pasó en la Pampa de Taltal hasta los 16 años, ya que el 14 de febrero de 1926 decidió regresar a su tierra natal para trabajar en la agricultura y en la industria del pan.

El año 1938 se inició en el comercio de la fruta, siendo uno de los primeros en sacar los primores del Valle del Huasco hacia Domeyko, Copiapó e Inca de Oro, para después, en 1943, ampliar el negocio directamente a Chuquicamata, siendo así el primero en atravesar la pampa con un camión cargado de frutas. Durante la temporada de cosecha que duraba cuatro meses hacía un viaje semanal al mineral; el resto del año realizaba viajes a Santiago también llevando frutas del Huasco.

Por razones de salud tuvo que dejar esta clase de trabajo, para dedicarse al servicio de traslado de pasajeros desde Copiapó a La Serena con una micro llamaba “La Norte Chico”, la cual se hizo muy popular en la zona desde 1955 a 1958. Con este recorrido interprovincial trabajó a pérdida, pero era tal el cariño que le tenía a este servicio, por el gran beneficio que prestaba a la ciudad, que lo mantuvo estos tres años, hasta llegó por su cuenta a ensanchar el camino y curvas de la cuesta Pajonales para garantizar el paso de la máquina, dando así más seguridad a sus pasajeros.

El año 1958, don Domingo Véliz, hermano de la regidora María Véliz y tío del popular Hernán “Clavito” Godoy Véliz, se inició en el comercio de la madera, instalando un local de venta de maderas elaboradas, pinturas y toda clase de materiales de construcción, llegando también a ser nombrado agente de Maderas Prensadas Cholguán.

Por otra parte, fue dueño de minas de cobre, entre estas, la mina “San Pedro de Calavera”, ubicada a 52 kilómetros de Vallenar.

Personalmente, recuerdo a don Domingo, con la mirada de un niño, como un señor alto y corpulento, que se movilizaba en una pequeña camioneta color azul y que, por entonces, tenía un local de expendio de frutas y verduras en calle Merced frente a la Escuela número Cinco. Como dato extra, cabe consignar que también tenía lazos consanguíneos con la poetisa Lucila Godoy Alcayaga.

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Y RRPP
Sergio Zarricueta Astorga
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