Con éste establecimiento, la Iglesia inicia la educación secundaria en la región.
En una entrevista que el sacerdote Guillermo Cárter concediera al diario “El Amigo del País” el 20 de enero de 1888, hace referencia a la primera institución de educación secundaria que la Iglesia implementa en nuestra región, mencionando que “el Colejio Católico de Atacama fundado por el infrascrito el 16 de marzo de 1872, desde cuya fecha lo rijo como Rector”, es creado de manera adosada a la Escuela de La Merced, la cual venía funcionando en la esquina de Chañarcillo con Yerbas Buenas desde el año 1732.
En Copiapó, desde 1864 estaba en funciones el Liceo de Hombres, el cual, por decreto del Presidente José Joaquín Pérez, había reemplazado al Colegio de Minería que en 1857 se había instaurado en Copiapó. Este establecimiento era laico, con influencia masona, liberal y anticlerical, dentro del contexto de la lucha que se estaba dando por la separación de la Iglesia y el Estado, por lo que la creación del Colegio Católico de Atacama, fue una respuesta desde la Iglesia para ofrecer una formación católica en una ciudad dónde recibía múltiples ataques, debido a la propagación de las ideas liberales que estaban cobrando mucha popularidad en su élite, lo cual quedó expresado en la fundación de la primera logia masónica “Orden y Libertad”, en 1862 y del Partido Radical, en 1863.
El Colegio Católico de Atacama, pasa a ser Seminario Conciliar en 1874 y adscribe al formato de liceos fiscales en 1892, pasando a ser el Liceo Católico de Atacama, bajo cuya denominación funciona hasta 1903, cuando es denominado Liceo Alemán de Copiapó, el que bajo la administración de los sacerdotes del Verbo Divino, marcha hasta 1918.
Este Liceo es reaperturado en 1953, como Liceo Católico Atacama y, paradojalmente, es en respuesta a una solicitud que los gobiernos radicales le hiciesen a la Iglesia, para que abriera establecimientos educacionales y, de esta manera, atender a la alta demanda por educación que había generado la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1920, para lo cual, el Gobierno creó la Ley de Subvención Escolar en 1951, que en Copiapó, además posibilitó la apertura del Liceo Sagrado Corazón y el Técnico Belén.
Actualmente el liceo, con sus tres niveles de enseñanza parvularia, básica y media, es el de mayor matrícula de la región, con sobre los 2000 educandos. Desatacándose por ser un colegio inclusivo socialmente, en dónde mediante una formación de excelencia académica con valores cristianos, año tras año, prácticamente el 100 % de sus egresados, continúan estudios superiores, de los cuales sobre el 90% lo hace en universidades adscritas al Sistema Único de Admisión, por lo que el colegio es un espacio de promoción social para las familias de Copiapó y la región.
Por Osvaldo Carvajal Rodríguez, Profesor de Historia y Geografía, autor del libro: “Liceo Católico Atacama. Su incidencia en el devenir del Copiapó de los siglos XVIII, XIX y XX”
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