El 10 de febrero de 2010 entró en vigencia la Ley N°20.422 que Establece Normas sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de las Personas con Discapacidad. La ley se basa en los principios de vida independiente, accesibilidad universal, diseño universal, intersectorialidad, participación y diálogo social.
Según la docente Katia Riveros Zepeda, Magíster y Doctorando en Educación, “en término de barreras arquitectónicas creo que el papel dice más que la realidad a la que se enfrentan diariamente las personas con movilidad reducida, en cuanto al acceso a lugares de uso público como restaurantes y otros espacios”, frente a lo cual se pregunta “¿qué ocurre con el cumplimiento de la ley?; ¿realmente se cumple con las normas?; los locales en funcionamiento, pero que no cumplen con lo establecido en esta Ley, ¿cuentan con sus permisos, estos se encuentran al día?”, frente a cuyas interrogantes, como buena académica, esboza ciertas respuestas: “si no es así , la Ley pasa a ser una mera declaración de intenciones, donde quien interpreta lo hacer desde su propio sistema de creencias e intereses. Entonces claramente no podemos depender de aquello y las leyes se deben cumplir”.
“Nos acercamos a la fecha en que entró en vigencia la ley y hoy, 14 años después, ¿qué podemos decir al respecto?”, concluye Katia Riveros, Educadora de Párvulos y Profesora de Educación Diferencial.
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