Columna de Opinión de Paula Guerrero Zaro
MBA Executive, Diplomado en Dirección de Recursos Humanos.
Ingeniero Civil Industrial e Ingeniero en Ejecución en Computación.
Recientemente, escuchaba al locutor de una radio local, acá en Copiapó, quien trataba el tema de que el próximo 11 de marzo se inicia la nueva administración del Presidente electo Sebastian Piñera, donde deben asumir Subsecretarios, Intendentes, Jefes de servicio, también, senadores y diputados (estos últimos deben fijar sus oficinas distritales). En este punto hago un alto, dado que fijar una o más oficinas es parte de un hito operativo, pero se hace imperativo a mi juicio, que los desafíos deban ir escalando; leyendo el Informe del CEP publicado en diciembre pasado, titulado “Un Estado para la Ciudadanía, informe de la Comisión de modernización del Estado”, en sus 150 hojas, su contenido es bien cercano a la realidad y tiene propuestas que los nuevos parlamentarios debieran recoger, como otras que debieran crear en el marco de la transparencia y la evaluación de su gestión.
Si bien es cierto, las tecnologías de informaciones TI, ya son un tema recurrente en mesas de trabajo y incorporadas en los procesos privados como un cotidiano, también deben ser un imperante en el sector público, no tan solo a nivel de idea sino a niveles de diseño e implementación. La modernización del Estado no es un proceso tan simple de realizar, llega a ser multifactorial y, las últimas decisiones que la clase política ha tomado entorno a la elección de Gobernadores regionales afectará a los avances en esta materia. Dentro de las propuestas que se abordan en el documento, está el que los proyectos de ley no sean sólo una definición o un estado del arte de lo que vaya hacer, es decir, no sólo sean definiciones transitando hacia contenidos numéricos, los cuales deriven en análisis que permitan tomar decisiones responsables ante el presupuesto fiscal. En el documento, se plantea la real necesidad de modificar la Ley orgánica del Congreso y los reglamentos de ambas cámaras y, a su vez, los antecedentes que acompañen cada proyecto de ley contengan: 1) Informe de antecedentes mínimos, 2) Informe de productividad, 3) Informe financiero. En estos hitos se propone que los presente el ejecutivo, siendo sus beneficios el mejorar los antecedentes a presentar, uniformar las entregas, la calidad de la información y, con ello, realizar mejores evaluaciones.
En el futuro inmediato las oficinas parlamentarias aunque son necesarias, debiéramos ir avanzando a que haya gestión de horas por internet e ir educando en términos de tecnologías al ciudadano, solicitudes en línea, permitiendo tener indicadores y clasificación de las mismas. Un factor decidor a la hora de evaluar la gestión parlamentaria en regiones. Otro elemento de valor son las páginas web vinculadas a motores de base de datos permitiendo subir documentación de las sesiones, cantidad de comisiones que participan, semanas distritales, indicadores relevantes por cierto. Con esto, se busca que las participaciones e intervenciones a cada proyecto de ley no sólo vengan hacer un estado del arte, sino que tengan contenido y fundamentación; lo cual va ir demostrando el nivel de habilidades y competencias de cada uno de ellos. Todo esto, en un marco de modernización del sistema público que no sólo afecta al funcionario público sino a ministros, subsecretarios, parlamentarios entre otros.
Una de las ideas que contiene el citado informe del CEP es la propuesta de una Dirección de tecnologías de información y gestión digital incorporando técnicas de business intelligence y data science. Hoy el diagnóstico para los que hemos trabajado en el sistema público es la dispersión de los datos, la falta de integración y visto del punto de vista del ciudadano un sistema muchas veces complicado, difícil de entender, hay que ir de oficina en oficina para obtener un documento “x”, y todo dependiendo del ánimo o buena voluntad en que se encuentren las personas; que sepan explicar en términos simples como lograr el objetivo que el ciudadano persigue en particular. En fin, son varios los desafíos a nivel de Gobierno y que esto no dependa de periodos de cuatro años sino sea una tarea que primero se institucionalice y avance con gradualidad, basada en un diseño previo, una adecuada implementación y perfeccionamiento en el tiempo.
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