El pasado 13M nos sigue dejando las mismas lecciones del 25M, que nos negamos a visualizar. Chile y sus regiones requieren de forma imperiosa que el proyecto que duerme en el Congreso se reactive y sea ley, pero separando muy bien lo que es la “Emergencia” y la “Gestión de Riesgos Integrada”. De igual forma, la lentitud de poder actualizar los Planes reguladores sigue siendo una problemática. A esto se suman las capacidades y habilidades técnicas que deben existir y, autoridades políticas que no sólo logren gestionar los recursos necesarios para proyectos y programas sino que, también, hagan intervenciones en glosas presupuestarias y mecanismos que no limiten el accionar cuando ocurre una catástrofe; que no se circunscriban a aspectos presupuestarios. Lo que ocurrió deja ver la falta de diagnóstico y con esto nos referimos a un documento que permita identificar con precisión los daños en las distintas comunas de la Región de Atacama. Lo cual habría permitido decretar más de una zona de catástrofe. Asimismo, el Gobierno anterior dejó aprobado los recursos para actualizar la Estrategia de Desarrollo Regional, pero ésta le dejaron un alcance del 2007 al 2017, siendo paradójico dado que la realidad supera la planificación, dejándola obsoleta.
Proyectar las ciudades no sólo es facultad de una tema técnico, sino que impere “sentido común” por parte de los políticos. A su vez, el proceso de reconstrucción del 25 M dejó ver las carencias políticas dado que los alcances no fueron bien abordados y a esto nos referimos que donde hubo puente se volvió a construir uno símil como también no se supo re-direccionar los recursos que hubieran permitido realizar intervenciones de real impacto en el Río Copiapó, dejando ver la falta de “pensamiento estratégico”, dado que los proyectos ejecutados fueron meramente reparatorios. Ya existen estudios suficientes por parte de diferentes organismos públicos de los que se deben recoger sus recomendaciones y aplicarlas en que se liciten obras de mitigación, que incluyan estudios, diseños y ejecución. Para ello, se debe proponer el mecanismo que permita realizarlo y en esta instancia trabajar activamente entre parlamentarios, autoridades y unidades técnicas.
Por:
Ex Core GORE Atacama David Álvarez Peralta
Ex Jefe de Planificación y Desarrollo GORE Atacama Paula Guerrero Zaro
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