CLUB DE LEONES COPIAPÓ LAMENTA FALLECIMIENTO DE QUIÉN FUERA UN DESTACADO LEÓN DE SU SELVA, LEÓN VICENTE CARRERA ARANCIBIA.

En la mañana de hoy Sábado el Club de Leones Copiapó recibió la lamentable noticia del sensible fallecimiento de quién perteneciera por muchos años a nuestra Institución LEÓN Vicente Carrera Arancibia Q.E.P.D. Los Leones de Copiapó y el Distrito se suman a las condolencias de la comunidad Copiapina expresadas a sus hijos por tan lamentable perdida.

Vicente Segundo Carrera Arancibia (1930 – 2020)

Nació en la localidad de Tocopilla en el año 1930, Ingeniero en Minas, de vasta trayectoria laboral y académica, se desempeñó en empresas mineras como Compañía Salitrera Anglo Lautaro, región de Antofagasta, y por 20 años cumple labores en la Cía. Minera Salí Hochschild, tiempo en que arriba a la ciudad de Copiapó (1959), junto a su distinguida esposa Sra. Dioselinda Jorquera Pinto, con la que conformó su familia compuesta por sus hijos Dioselinda, Virginia, Vicente, Angélica y Eduardo.

Luego cumple labores en el ámbito educacional, siendo profesor en el Liceo Fiscal José Antonio Carvajal y en la UTE, sede Copiapó.

Además se desempeñó en funciones públicas como director interino y Director Regional de la Oficina de Planificación de las Provincias de Atacama y Coquimbo.

Entre los años 1996 y 2000, sirvió como Gobernador de la Provincia de Copiapó.

Destacó por su actividad social, como socio del Club de Leones, con 3 presidencias, 1 período como asesor del distrito T-1, Chile Norte, 3 Jefaturas de zona ,3 vice gobernaciones y 1 jefatura de región.

Socio director del Club Aéreo de Copiapó, socio director del Automóvil Club de Chile, socio invitado a la Sociedad de escritores de Atacama desde 1996.

Militó toda su vida en las filas del Partido Demócrata Cristiano, siendo un Falangista de corazón.

Su vida fue al servicio de la sociedad y la búsqueda de la justicia, la equidad y el bien común.

En su vida entregó luz, la que se fue apagando con mucha dignidad, hasta hoy, el día de su partida, motivos por los que como familia nos permitimos compararlo con un rosicler de plata.