Aprovechando que el domingo 8 de noviembre de 1964 el cuadro profesional de Colo Colo jugaba con Coquimbo Unido en el puerto pirata, por el torneo oficial, la dirigencia alba aceptó un ofrecimiento de la Asociación de Fútbol de Vallenar para disputar un amistoso ante el seleccionado local en el Estadio municipal de nuestra ciudad al día siguiente, es decir, el lunes 9. El partido que terminó empatado a dos goles no fue más que una anécdota respecto de lo que sucedería horas más tarde.
Tras el cotejo, los albos fueron invitados a una regada cena en el Restaurante Venecia que terminó a las 4 de la madrugada del martes 10. Sin embargo, no todos los comensales se fueron a dormir, porque el entonces crack colocolino y de la Selección Nacional, Humberto “Chita” Cruz tomó por su cuenta una camioneta perteneciente al empresario panificador Antonio Georgudis y junto al puntero derecho de los albos, Bernardo Bello y al utilero Fernando Valenzuela emprendió un rumbo desconocido. Un par de horas después, apareció en veloz carrera por la céntrica calle Prat, en sentido contrario al tránsito vehicular, terminando su loca carrera contra la antigua pileta que estaba en el centro de la Plaza “Ambrosio O´Higgins”.
¿Resultado? Ambos jugadores quedaron seriamente lesionados al punto de quedar internados en el Hospital “Nicolás Naranjo”. Además, Humberto Cruz quedó detenido e incomunicado en la comisaría de Vallenar, lo que obligó al presidente y abogado del club popular a viajar hasta Vallenar para interceder por el jugador y llevarlo de vuelta a Santiago y en silla de ruedas.
Por su parte, el puntero Bernardo Bello fue el más perjudicado ya que perdió la visión del ojo izquierdo para siempre. Así jugó al año siguiente en Magallanes, según lo reconoció años después en una entrevista al Diario La Tercera. En su etapa senil, cuando vivía en una residencia de la tercera edad, una catarata en el ojo derecho lo dejó ciego.
¿Y por qué contra el tránsito y alrededor de las 6 de la madrugada? Versiones hay muchas al respecto, pero la más recurrente es que habrían venido desde una casa de remolienda y, seguramente, en el afán de dejar de vuelta la camioneta a su dueño que vivía en calle Serrano, Cruz confundió la calle Prat con aquella arteria, manejando de oriente a poniente con la consabida consecuencia.
La destrucción de la pileta de la antigua plaza fue motivo para que el alcalde Emilio Zalaquett Issa y el cuerpo de regidores tomaran la decisión de realizar una profunda transformación de nuestro principal paseo público, obra que fue inaugurada en 1967… Con razón, hasta el día de hoy, Humberto “Chita” Cruz se jacta con sentido del humor que “gracias a mi choque, la plaza después quedó más bonita”.
Este suceso ocurrió un día como hoy hace 56 años, o sea, coincidentemente, 42 años después del fuerte terremoto que azoló nuestra comuna y región, otra fecha que también conmemoramos en este día tan particular de nuestra historia comunal.
SERGIO ZARRICUETA ASTORGA UNIDAD DE RR.PP. Y COMUNICACIONES VALLENAR, 10 DE NOVIEMBRE DE 2020
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