La salida de Miguel Vargas de la Intendencia , constituye el reconocimiento del fracaso de la gestión del gobierno en Atacama, y es un duro golpe para la nueva mayoría que admite una gestión deficiente, lo que es verdadero en diversas áreas, como la reconstrucción y la capacidad de enfrentar los embates de la naturaleza, el rescate de la ciudadanía afectada y el fracaso de los bonos enseres que no llegaron a tiempo, pero lo más importante es el fracaso político, a la luz de los resultados de la primaria donde Sebastián Piñera logra una gran votación obteniendo uno de los porcentajes más altos del país, en una zona donde históricamente la izquierda obtenía altas votaciones, y hoy día eso está en duda. Dicho esto, llama la atención un abrupto cambio de Intendente a pocos meses del término de un gobierno, lo que indica una toma de decisión intempestiva que es consecuencia del estado de aflicción en que se encuentra el ente político gobernante. Por otra parte no se puede culpar a una sola persona por la mala evaluación de todo un gobierno regional así como tampoco se puede arreglar a pocos meses del término de este gobierno con el cambio de la persona del cargo de Intendente. A todos nosotros nos duele el tiempo perdido por la región de Atacama y las consecuencias que ha tenido para la comunidad afectada y comprendemos el estado de pesar de mucha gente que desea progresar en una región de un gran potencial de crecimiento y prosperidad.
About The Author
Más Historias
Jaime Mulet es proclamado candidato presidencial por el FRVS
En primera reunión de trabajo CORES de Atacama analizaron declaratorias de impacto ambiental de tres proyectos
Día del Sándwich: ¿Cuál es el favorito en Chile y en el resto de los países de Latinoamérica?