Por Patricio Urquieta García
Gobernador Provincia del Huasco
En marzo pasado, el Gobierno del Presidente Piñera recibió un Chile muy distinto al que entregó el año 2014. No sólo con el doble de la deuda pública, un sistema de inmigración completamente vulnerado, con más desempleo, y menos inversión, sino un Chile que rechaza los enfrentamientos políticos, que aspira a que el Gobierno encarne las reales prioridades ciudadanas y que proyecte la construcción de una sociedad de oportunidades para concretar un proyecto de vida en libertad, con la seguridad de que podremos vivir con dignidad durante todo nuestro ciclo vital.
La misión de nuestra generación es lograr la unidad del país en torno a derrotar a nuestro único adversario: la pobreza y el subdesarrollo. Para ello necesitamos recomponer las confianzas, fortaleciendo el valor de la familia, apoyando decididamente a la clase media y modernizando al Estado.
Queremos un Chile más libre, justo y solidario, en que la sociedad civil tenga un rol protagónico en la elección de su destino, y en la formulación de aportes a las políticas públicas. Por eso en el centro del programa de gobierno que eligió una amplia mayoría de los chilenos, está el empleo, la infancia, las pensiones, la educación, la salud y la seguridad ciudadana.
Los primeros cien días del Gobierno del Presidente Piñera han tenido un claro sello social. Ha puesto a los niños primero en la fila; abrió espacios de diálogo promotores de acuerdos para un Chile que hacemos todos; comenzó a ordenar la casa para una inmigración segura, ordenada y regular; e impulsó una agenda pro inversión para revitalizar la economía (que claro está, no depende sólo del precio del cobre), la que ya muestra algunos signos de recuperación, y que evidencia el inicio de un proceso de recomposición de la confianza en el futuro de nuestro país. Una confianza que como país debemos sostener mediante el respeto a la institucionalidad, a los valores que modelan nuestra construcción social, y que no podemos darnos el lujo de perder polarizando la discusión pública.
Este proceso de recomposición de la confianza necesita proyectarse más allá de 4 años. Así podremos alcanzar el desarrollo antes de que termine la próxima década.
Más Historias
Lundin Mining llega a Expomin 2025 con tecnología inmersiva y foco en la innovación
Empresas socias del Consejo Minero impulsan el desarrollo sostenible
El Papa Francisco ha partido a la Casa del Padre